lunes, 28 de abril de 2014

DESTELLOS EN SOLEDAD Libro 2

El faro se mostraba como una columna preferente, inmóvil y luminosa que lanzaba largos destellos discontinuos que perseguían los navegantes.

Todos le llamaban Pau. El mar le había retirado pero le dejaba que estuviera junto a él. Era farero, en aquel cabo que penetraba como una lanza en las profundidades del mar. Ese mar que había sido testigo de su vida y a cambio, le dejaba conocer sus movimientos. 

Pau miraba el mar con ojos de poeta, en silencio y en compañía de su intangible amada.
Sentía en la piel el agua indecisa, al sortear las pisadas de los cormoranes, hasta alcanzar la playa. Al llegar, la estampida de las aves y el inicio del vuelo, se solapaban con el desplegar del ruidoso plumaje y el balanceo oscilante del 
recorrido de las masas azules del mar.

Cada amanecer, al despertar, descubría el salitre extendido por la caleta. Pau, daba pasos cortos y pensaba en silencio en el alejado ultramar, no dejaba de soñar. Se paró ante la roca, al pie de  de aquel faro de luz inagotable. Inspiró con fuerza, paladeando un profundo sabor a mar, antes de iniciar el ascenso por la torneada escalera, húmeda y corroída, de un color caprichoso, compatible con el del cielo. No cejó hasta alcanzar el vértice de la columna majestuosa, que se erigía como el monumento a una vida.







El viejo Pau era un pescador apartado del mar, pero sin alejarse, disfrutaba del fragor del temporal, del repetido desgarro al embestir la costa y de la ausencia de buques bajo la amenaza de zozobrar. Su tesón como marino se consolaba en el horizonte, durante esos días amplios que eran el preludio de noches bonancibles. En el faro descansaba de los turbulentos pensamientos y del recuerdo de las largas travesías a lugares desconocidos, que le empañaban el cariño de su amante eterna, la luna. Después de tantos años, el único deseo de Pau era reencontrarse con su amada. Cada noche la buscaba, mientras ella se ocultaba entre las sombras. Él le pedía fidelidad desde la torre vigía.  

Al aproximarse el amanecer, Pau excusaba la ausencia de la luna. Durante la noche, a veces se le aparecía desfigurada, con sus fases cambiantes; incompleta o bipolar, coloreada por el blanco mayoritario, con matices argénteos o anaranjados, según el rastro de luz  del día que acababa. Sentía miedo a perderla. pero sabía que volvería, como cada noche, para reconciliarse y nada perturbaría ese idilio. 

El sol era el sempiterno pretendiente y rival de Pau en su amor desinteresado por la luna. No le importaba competir, le conocía y le soportaba durante horas. Siempre la esperaba.


Los que la admiraban y no estaban enamorados , la llamaban Selene; para Pau, su nombre era luna. Como una amada fiel evitaba los conflictos. Era consciente del esplendor y fortaleza de su amante testarudo, poderoso y dorado, el sol; que al salir, la expulsaba y no la dejaba continuar su paseo por el firmamento. Ella no podía destacar sin su permiso que no se lo concedía hasta que redondo y refulgente se hundía en el confín, dese ese instante era dueña de la noche y el momento deseado por Pau, que siempre la esperaba.

Cada amanecer, Pau volvía del sueño de haberla tenido. Los destellos del prepotente sol sobre los ojos, desvanecían los tibios reflejos de la extenuada Selene, a punto de ocultarse y le devolvían a la realidad. Siempre la esperaba.

Sólo en lo más alto de su refugio, aguantaba
cada día a que la luz se extinguiera, para que su amada paseara y él, junto a ella, vivir con los recuerdos que les devolvía el mar. Siempre puntual, aguardaba cada noche.




Javier Aragüés (abril de 2014)

miércoles, 23 de abril de 2014

EL SECRETO Libro 2

Embarcaron en un Trirreme. Era un barco de guerra griego. En aquella época, los Trirremes eran de colosales dimensiones. Tenían treinta y cinco metros de eslora por cuatro de manga. Estas medidas no se utilizaban en la navegación comercial y solo se empleaban en las de larga distancia o en singladuras entre colonias. 

Había que remontarse hasta 3000 años a. C. para encontrar vestigios de embarcaciones similares que utilizaban los babilonios, asirios, egipcios y fenicios. 

Formaban parte de la tripulación, compuesta por unos doscientos remeros, colocados a lo largo de tres bancos superpuestos —de aquí su nombre— y se situaban a distinto nivel en cada flanco. Entre todos, eran capaces de arrastrar, con un continuo y cadente ritmo, de ir y venir, los veinticuatro remos de cada costado con la ayuda de una vela cuadrada.


Píndaro era de familia de comerciantes y marineros. Le habían enseñado el lenguaje y todo lo relacionado con el mar, soñaba con navegar y defender a Atenas. Convenció a su amigo Lisopo y se embarcaron, creyendo que se enrolaban en una nave militar. Descartaron que se tratase de una travesía comercial, porque en estas se empleaban naves de dimensiones mas reducidas —veintiún metros de eslora por siete de manga—  para facilitar una mayor estiba de las las mercancías. En estas travesías la velocidad y maniobrabilidad no eran factores determinantes, como lo eran en los combates navales. 

En esos años se vivían graves enfrentamientos. Atenienses y espartanos, luchaban contra los persas. Atenas estaba sometida a un angustioso cerco. Los atenienses se encomendaron a un marinero inteligente, Temístocles. Se le encargó de la ruptura del asedio. Este se puso en manos del oráculo pidiendo ayuda por la invasión persa. El oráculo le respondió:

"Atenas debe atrincherarse tras una muralla de madera"

Temístocles interpretó la respuesta y la transmitió a los atenienses:

"La muralla de madera es un mamparo formado por los costados de los buques. Que se construirán a toda prisa y se pondrán a flote".


Temístocles, concentró todos los esfuerzos para convertir la batalla naval en una terrestre, sobre la cubierta de los barcos para emplear un "ataque a espolón(*)".










Los dos amigos, al hacerse a la mar, pensaron que la nave estaba preparada para entrar en combate, pero estaban equivocados. Se sorprendieron por el rumbo que tomaba, se alejaba de las zonas bélicas más destacadas. Primero de la isla de Salamina, frente a Atenas y el puerto del Pireo, para después, adentrarse en el Mediterráneo Occidental.  
Al abandonar el golfo de Corinto, Lisopo veía cómo se retiraban de la zona del conflicto y se dirigió alterado a su amigo.

— ¡Píndaro! ¿Por qué están cambiando el rumbo?

— No lo sé. Vamos a la bodega, tengo una corazonada.

Aprovecharon un nuevo turno de los remeros y bajaron a las bodegas.

— ¡Increíble!  Estamos en una nave militar cargada de electrum.

—Píndaro,  ¿qué es electrum?

—Mi padre me había hablado de una aleación de plata y oro que se utiliza para fabricar monedas. Eso es electrum.

— ¿Pero toda esta carga,  qué sentido tiene? —balbuceo Lisopo.

—El electrum, permite acuñar metales preciosos y cobrar los impuestos. Para atender los pagos, los emporoi (comerciantes) necesitan disponer de monedas de cada ciudad, son la base de las finanzas. (**).

Lisopo reclamaba una mayor explicación a su amigo.

—Mira Lisopo, acuñar un mayor número de monedas facilita el comercio, favorece los pagos y unificaba el cobro de impuestos sobre las colonias. En definitiva enriquece aún más, a las polis más influyentes. ¡Este cargamento es vital para la supervivencia del imperio y del legado a la civilización occidental! —gritó Píndaro.

Los dos amigos juraron mantener en secreto la finalidad del viaje y la carga de monedas en las bodegas de la nave de guerra.

Pasados los años persistían algunas incógnitas sobre lo ocurrido.

¿Por qué destinar un navío de guerra a un transporte comercial y cómo explicar el cambio de ruta?

La utilización de una nave de guerra en vez de una comercial, sirvió a la vez de protección, para ocultar la verdadera carga y el del rumbo elegido. Al alejarse, se separó de la confrontación y al salir de golfo de Corinto, puso rumbo a las colonias, en concreto a Caltanissetta (Sicilia). Distrajo al enemigo y salvó el valioso cargamento que tenía previsto como destino final Atenas. Un contratiempo deshizo todas las hipótesis. El navío naufragó al embarrancar en unos rompientes próximos a la isla de Sicilia.



EPÍLOGO

Ha sido necesario que transcurrieran casi 2.500 años, desde el 480 a. C. hasta 1994, para descubrir el secreto que ocultaba el  barco. Al sacar los restos sumergidos del pecio ante las costas de la isla italiana de Sicilia, se ha confirmado que pertenecían a la mayor embarcación militar griega localizada hasta ahora en el Mediterráneo. Los especialistas no han podido desvelar las incógnitas más importantes: las que hacían  referencia a la carga y a la situación del barco, a sus coordenadas, fuera de las zonas de guerra.  
    
Solo Píndaro y Lisopo lo sabían. 


 Javier Aragüés  (marzo de 2014)


(*)El espolón era una prolongación de la proa de madera recubierta de bronce, por debajo de la  línea de flotación , y a veces en forma de tridente .
Se usaba para embestir y hundir otras embarcaciones. Las naves no podían maniobrar para esquivar los golpes, se iban unas sobre otras, quebraban los remos y quedaban a merced del enemigo).


(**) Desde que en Lidia, en el 550 a. C., se acuñó la primera moneda "electrum”, las colonias incrementaban los impuestos a favor de las polis más desarrolladas, como Atenas, que a cambio permitía comerciar con otras y atracar en sus puertos.

lunes, 7 de abril de 2014

DIMES Y DIRETES

Marcel, el improvisado profesor se reafirma al hablar de todo. Las Matemáticas son el único alimento disponible para recorrer una vida plena de algoritmos sin resolver y sostén de sus discursos. Transmite a alumnos y tertulianos, las vivencias de terceras personas con su aparente beneplácito. También acuden 
invitados improvisados, testigos necesarios para los circunloquios y ávidos de reconocimiento con independencia de su participación; se deleitan de  incursiones en las vidas ajenas, de las frases  con doble sentido y del deporte favorito, los certeros flechazos a corazones desahuciados.

Las tertulias, se caracterizan por la propensión a las críticas afiladas y al discurso sin apelación. Convive con el histrionismo, raras veces compartido por los contertulios.

La misma mesa sirve de tribuna y altar para los sacrificios a víctimas arropadas con túnicas imaginarias que conforman a los personajes: 
Las rojas, para los ardientes y apasionados; las púrpuras, arropan a  los de argumentos serenos; bajo las azules se enfundan los de carácter  y responsable y así casi tantos colores como diversidad de seres humanos. El amplio espectro, arranca en el blanco-pureza y se extiende hasta el negro-poder. Todos están representados, sin olvidar ninguno.

Los participantes se protegen de la dialéctica que arrecia de en todas las direcciones, sólo el debate se interrumpe cuando el director, Marcel, parece sugerirlo.

Los lugares que ocupan los contertulios para polemizar no son aleatorios. La localidad asignada en un anfiteatro tan singular se corresponde con la antigüedad desde que  acude al corrillo o la docilidad del asistente. llegado el caso, como ocurre a menudo, que la disposición no sea del agrado del profesor, recurre  al criterio más absurdo que le permita estar más próximo a sus más fieles oyentes.  

Todo juega a favor del ponente y poco a la labia de los papagayos, pues lo que parecen cuando se someten a la voluntad de Marcel. Nada queda en manos de la improvisación, sólo los camareros y sus movimientos descontrolados, 
se salvan esta  selección previa.

Está listo el comienzo de la ceremonia. La liturgia literaria está a punto de comenzar.
Se inicia —sin explayarse— como es habitual, con la aproximación del camarero a la mesa, el gesto de atención y un corto silencio de  introducción por el camarero ofreciendo el abanico de consumiciones; Marcel le recomienda que solo cante las imprescindibles para impregnar las gárgolas de los tertulianos, sin suavizarlas en exceso, con el fin de evitar goteos verbales. Todos piden, se respeta  la jerarquía implícita de los lugares asignados. Se establece una correspondencia biunívoca entre las consumiciones y los asistentes. La oferta es parca para facilitar las comandas al mozo.







Tertulia-La Rotonde-Paris



La reunión se anuncia interesante.
Esta convocatoria informal se presenta más sugestiva que otras, debido al número de asistencias confirmadas y al tema elegido, Ríos de lágrimas, que alienta a los participantes
experimentados en el oficio de llorar por motivos diferentes. El cabecilla de la tertulia pide silencio. El silencio solicitado se cumple con creces, todos corresponden con gestos ostensibles, enfatizan la consigna y crece la atención de los tertulianos...
Un ruidoso silencio se extiende por las calles de París, provoca un largo letargo en los habitantes,
afecta especialmente al líder que cae en un profundo sopor.

Marcel, no sabe el tiempo que ha dormido pero recuerda el sueño. Los contertulios le rodean.
Se muestra ante todos, desnudo, mutilado y sin argumentos. El cabecilla despierta en el paraninfo de la facultad. Alguien grita.

¡Han publicado las notas de Matemáticas!

El hasta ahora líder escucha atento.

¡Marcel, ¡Marcel! Has vuelto a suspender.





Javier Aragüés











lunes, 24 de marzo de 2014

LIBERTO Y SEVERO. LARVADA SECESIÓN

Un sol radiante y mediterráneo desperezaba a un perro herido tras la valla que cercaba al pueblo. Su dueño, conocido por Liberto, también estaba herido en los sentimientos y el dolor se le hacía insoportable. Los dos no dejaban de relamer sus heridas. El perro tenía llagas por los continuos ataques de los lobos y Liberto supuraba resentimiento por las úlceras producidas por el pasado. 

Eran vecinos de un pueblo recóndito. En la actualidad vivían gentes sórdidas, rodeadas de un ambiente mezquino. El lugar, en la antigüedad, había estado habitado por personas de distintas 
etnias, que hablaban lenguas diferentes y eran capaces de convivir en concordia. Liberto era uno más, su conducta le convertía en un arquetipo para sus habitantes. Era solidario, defendía valores avanzados, pero en aquellos momentos se encontraba solo frente a un sentir mayoritario que reclamaba apartarse del estado gobernado por Severo el tirano, para autogestionar su riqueza.    
El hacinamiento de ideas había convertido los distintos pensamientos de un pueblo ejemplar en un ideario único. No contemplaba las necesidades más allá de su frontera y la falta de solidaridad hacía que la extensión del territorio pareciera menor, y el inmovilismo de sus gentes lo convertía en más diminuto. Era un país congelado en el tiempo e invariable en sus fronteras, apenas se relacionaba con otros territorios. Estaba gobernado por Severo el inflexible, un tirano de otro país, que no reconocía las peculiaridades de sus habitantes y menos, las del pueblecito. 

Pretendía que todos tuvieran idénticas preferencias. Les obligaba a leer lo mismo, ver el mismo cine y a ser sensibles a las mismas obras pictóricas. Nada podía cambiar. 

Los conciudadanos de Liberto no paraban de conspirar. Celebraban cada año una gran derrota que habían sufrido ante los antepasados de Severo. A pesar de los años, de los siglos, no habían asimilado ni conseguían distanciarse del desastre

En la escuelas se ilustraba


 Impasibles ante el arrendador, se convertían en verdaderos moradores, no acataban las costumbres ajenas. Las reglas paradigmáticas de convivencia se demolían. El casero sentía el vértigo de pasar de esclavista a cívico ciudadano. Con el tiempo y los aires enriquecidos de confianza, habían tornado la gratitud en exigencia y el deseo de excarcelación corría por todas las comisuras de la alquería.










El animal husmeaba a sus nuevos vecinos. Se mostraban afectuosos con él.
La práctica totalidad se obcecaba en sustituir el protocolo por un simple cambio de mantel.
La mesa debía ser presidida por un nuevo pabellón. A la mayoría  les encendía y empañaba la composición de la mesa y del nuevo ritual. Se introducía el debate sobre la prevalencia de las costumbres y la modernidad. ¡Era un reto!

En el nuevo paraje los residentes habían transvertido sus papeles. Las normas, ahora mas racionales, se mostraban ejecutables. Incorporadas al nuevo patrón de organización infundían nuevas ideas y propósitos. Era posible recuperar el tiempo perdido.






Había otra forma de vivir lo venidero, reinventándolo.
La persuasión de Severo hacía las haciendas colindantes conducía a la beligerancia frente a los invitados.

Los moradores de la estancia habían pertenecido a etnias confundidas. La lengua vernácula y la convivencia estaban en peligro,  por las decisiones administrativas de Severo y sus correligionarios. Los sentimientos y el lenguaje afines al arrendador ignoraban los derechos de los habitantes de la masía.

Los colindantes del espacio amenazaban con no reconocerlos.
No habría acuerdos de vecindad. El comercio, como en cualquier sociedad, era vital para la subsistencia de sus habitantes y el desarrollo de su proyecto. Se les negaba la posibilidad de practicarlo, ni si quiera bajo el trueque. No había una pieza común.

Los habitantes eran capaces de elaborar paradigmas en equilibrio con su propósito, sin abandonar la estancia y recuperándola plenamente.






El arrendador hostigaba continuamente. Incrementaba la renta con impuestos arbitrarios a los habitantes, siempre endeudados. Azuzaba con todo lo que estaba a su alcance. Convocaba citas con los convecinos para conspirar y ahondar en el rechazo a la nueva parcela. Urdía obstáculos que impidieran desligarlos  de su taimada tutela.

Los momentos en que claudicaba la perseverancia los indígenas,  ocupaban   los recuerdos de los logros coseguidos por los anteriores habitantes, en otros tiempos y con la expectativa de gestarlos con el nuevo projecto.

Pero el mayor impedimento era el peso de su pasado y contradictoriamente, su mayor revulsivo. Los argumentos para lograr el nuevo proyecto se sostenían en el mantenido ninguneo de los administradores .
Eran necesarias tesis renovadas, integradoras del hecho histórico y del obligado progreso.

La falta de alternativas preconizaban el inicio un drástico final.



Javier Aragüés (marzo de 2014)



lunes, 16 de diciembre de 2013

NAVIDADES

Todos pensamos que coinciden con fechas de amor,                      de proximidad entre los seres humanos.                                          Ignorando las penurias con que nos encontramos.

Frente a la idea de fechas entrañables,                                       para otros, los que nos rodean y nada tienen                             son nuestras manos su refugio y con nosotros vienen.

Los sin techo, hoy extendidos cual plaga                                     no hay nadie que les cobije,                                                               ni concebir esperanzas hay quien les haga.




¿ Donde esta el redentor, el nacido en Belén que todo lo aplana, deja a los indigentes  sin poseer nada ? 

Los  que hoy nada tienen pasaran a ser los ricos del mañana. 

En amor, sin rencor y con la mirada bien clara, con poder para cambiar la jornada                                      .  

 ¡Que mejor regalo para todos!  ¡La dignidad humana !

Desde el intelectual al minero, sin olvidar a ninguno,  con suficiente tesón para forjar el futuro. Un portal lleno de gente llana y las figuras del Belén             convertidas en lo que esperaban.

Cuando eso sea así, podremos decir y sentir ¡Feliz Navidad!    

                                                                                     

                                                                                           Javier Aragüés                                                       

                                                       

  

                                                                           

                                                 

                                

                                                                                                                               

                                   

                                                                                                                                

                 

domingo, 15 de diciembre de 2013

UN "DÉJÀ VU" (Relato autobiográfico) ***


En febrero de 2009, se iniciaron una cadena de disfunciones. Comenzaron con un bloqueo 
cardíaco de tercer grado que se produjo, de forma inesperada, cuando estábamos en Platja d´Aro.  

Desde 1998, íbamos, a pasar los fines de semana. Era un sábado más, pero mientras desayunábamos me sobrevino el bloqueo. Era un episodio grave. Apenas tenía pulsaciones y perdí el conocimiento.
Debido a la urgencia, me trasladaron en helicóptero al Hospital Trueta de Girona y allí me estabilizaron. Al darme el alta al día siguiente domingo, se reproduce el bloqueo de tercer grado, por lo que el equipo médico decidió implantarme marcapasos y soy intervenido. Desde entonces lo llevo incorporado a la altura del hombro derecho y forma parte de mí. Santiago Carrillo que también era portador de uno y con el que coincidí en septiembre de ese mismo año en el Balneario de Caldas de Malavella, me dijo desdramatizando, con la ironía y la sorna que le caracterizaban:
 "Muchacho lo que llevamos es un  seguro de vida", sin obviar la gravedad

Desde comienzos del 2009 se sucedieron alteraciones en mi salud provocadas, fundamentalmente, por padecer hidrocefalia normotensiva de adulto (HCA)(*).

(*)La hidrocefalia “normotensiva” o hidrocefalia crónica de adulto (HCA) es una enfermedad poco conocida que se manifiesta en sus formas completas por un cuadro de demencia progresiva, alteraciones de la marcha, incontinencia de esfínteres y una dilatación variable del sistema ventricular craneal. Para paliar en parte la enfermedad, hay que recurrir a la derivación del líquido cefalorraquídeo (LCR), que hace mejorar, en un porcentaje relativamente bajo y un índice elevado de complicaciones. Pero existen opiniones de otros equipos médicos que las mejoras que superan el 80%, si se aplica un protocolo estricto de diagnóstico y se elige la válvula adecuada en base a las características hidrodinámicas del sistema derivativo.

En mi caso, la enfermedad dio lugar a una serie de intervenciones quirúrgicas. Dos en 2010, en la primera, me instalaron una válvula para la derivación del líquido cefalorraquídeo y en una segunda intervención, me la reinstalaron, debido a su mal funcionamiento por desprendimiento de  catéter. Estas intervenciones las realizó un neurocirujano, el Dr. Clavel en el Hospital Quirón de Barcelona. 



 Lección de Anatomia.(Rembrandt)


En 2011, ingresé en el Hospital Valle Hebrón con sintomatología de mal funcionamiento valvular, acompañado de un cuadro de deterioro progresivo, nutricional, hormonal,..., que según el Jefe de Servicio de Neurología, Dr. Sauquillo, más parecía al de un enfermo oncológico que el debido al de una (HCA). Las navidades de 2011, las pasé ingresado y temían por mi vida.

En 2012, y tras las experiencias, mi familia optó por localizar un internista acreditado, el Dr. López Contreras, Jefe de Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital de Sant Pau de Barcelona. Se encargaba de coordinar a los distintos especialistas que me atendían y prescribir la pruebas a las que fui sometido. Ese mismo año padecí un episodio de fiebre de origen desconocido (FOD), que me obligó a estar ingresado durante 15 días para observación y control de la fiebre.                                                                                        
Fue un periodo de pruebas e incertidumbre con franca mejoría del cuadro de deterioro con el que abandoné el Hospital del Valle Hebrón. En ese verano de 2012, tuve que ingresar con  síntomas claros de (HCA). Me realizaron una tercera operación por malfuncionamiento valvular y me retiraron la válvula implantada en el 2010.  Con esa intervención, me mantuve asintomático hasta julio de 2013, cuando me volvieron a aparecer los conocidos síntomas y me diagnosticaron obstrucción valvular por una bacteria de reproducción lenta, que formaba colonias. Se acantonaban en las zonas próximas a los ventrículos cerebrales, lo que hacía difícil, tanto su localización como el poder ser identificadas.
Me sometieron a una nueva intervención para el recambio de la válvula. A los dos días de darme el alta sufrí una caída en mi domicilio que provocó un derrame intracraneal. Ingresé de nuevo y me intervinieron nuevamente. Externalizaron la válvula y a los quince días volvieron  a insertar una nueva.

Después de las dos operaciones de 2013 recibí el alta hospitalaria el 24 de septiembre. Desde entonces acudí a terapia ocupacional y fisioterapia en el  Hospital de Sant Pau con el objetivo de recuperación de las lesiones cerebrales producidas.   

Al final de ese año la cadena de disfunciones se detuvo, daba un respiro, aunque era falso. En 2014 me operaron de columna, por escoliosis y en 2016 me extirparon un tumor cancerígeno de colón. 


Las enfermedades que padecía, sin obviar su gravedad, no me alarmaban tanto como la necesidad de estar convaleciente e ingresado durante largos periodos de tiempo. Me alarmaban las alteraciones que se producían al desarrollarse la enfermedad principal y obligaban a largos estancias y posterior recuperación, la mejoría se hacía esperar. Aislado del mundo, me asediaba la duda de si lograría recuperarme. Aunque no me sorprendía estar enfermo, me inquietaba revivir episodios conocidos. Esto último era lo que me paralizaba ante una nueva recaída o ingreso. Tenía gran dificultad para verbalizarlo, lo rechazaba y perdía objetividad. Lo terrible era el miedo a revivirlo, me atenazaba. 

No sabía si se ajustaba el término, no encontraba otro, y siempre lo recordaré como un Déjà vu.    
                      
                     Javier Aragüés (diciembre 2013)                                                                      

miércoles, 17 de julio de 2013

EMBOSCADA DE AMOR (Microrrelato) Libro 2

Llegó el día. Bajo un cielo radiante, repasaba en voz baja para no olvidar los detalles: 

"Un amanecer mediterráneo de matices rutilantes. No falta el blanco en paredes encaladas y en el rizo de las olas. Están 
los ocres de portones y vigas. Contrasta el azul cielo y el inagotable verde mar junto al verdín de las rocas, y también los lilas y fucsias de las buganvilias adosadas a los recuerdos. ¡Ah, sí! Me olvidaba del amarillo pastel de las paredes del dormitorio”.

Tuvo que mentir para llevarla hasta el lugar elegido. Era ingenua en los temas cotidianos. En los asuntos trascendentes se mantenía firme en sus convicciones. Era esplendida en el cariño e imprescindible en el amor.

Lo tenía pensado, le pediría que se pusiera el vestido blanco y comerían juntos. 

En el lugar que había elegido, los rostros de los que la querían, esperaban semiocultos en un salón. Confiaban nerviosos en que apareciera.

Pasaron unos minutos y todo ocurrió en un instante. 

Irrumpieron los dos cogidos de la mano. El rostro de ella dibujaba una sonrisa impaciente y la mirada ilusionada. 

Se la veía condicionada por los recuerdos, que al superponerse con la nostalgia y la felicidad, humedecieron sus ojos.  

Él había logrado plasmar el instante imaginado. Ella expresaba sorpresa y emoción contenida. Coexistían indicios de complicidad entre los dos.


Se sentaron para apreciar lo importante de la vida.


Javier Aragüés (julio 2013)





martes, 2 de julio de 2013

UN COMPAÑERO SE QUEDA

Era media tarde y suena el telefóno, llamada inesperada que transmite sobresalto, ausencia, vacio. Yolanda anuncia que Francesc, el que no ocupaba sitio, el que estaba siempre sin hacerse notar, no volverá a Terapia, él querría pero un mandato sin mensaje le impide volver. Tu sonrisa, con labios semicerrados y alegria contenida siempre estará entre nosotros. Endulzaste la vida de todos, por dentro y por fuera, hacías tu cometido sin darte  importancia pero suplantando un lugar en nuestras vidas dejando tu forma de hacer sin notoriedad. 




Francesc no hay que decir lo dificil de esta despedida para tu familia. Para nosotros siempre serás insustituible, porque te llevas un poco de cada uno, a un lugar donde no podra ser repuesto. Adios compañero, pero siempre con nosotros. 

Javier

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Me resulta complicado escribir ahora, pero rescaté un pedazo de email que le envié en agosto del 2012, antes de mis vacaciones,.. intenté transmitirle con palabras aquello que sentía:

Francesc, fa molts dies que volia escriure’t i mai em sento prou inspirada.. però igualment ho intentaré...

Sento que ets una persona molt especial, coherent amb els teus valors, amb una capacitat inacabable d’escoltar, apropar-te, entendre, relacionar-te des d’aquesta senzillesa que et caracteritza, humilitat tan extrema, generositat esplèndida, bondat i somriure tan ple de tendresa, els teus detalls imperceptibles per alguns, però tant importants per aquells que tenim la sort de captar-ne alguns, la teva sensibilitat per estar aprop d’aquells que pateixen, la teva espera incondicional, la teva confiança, esperança i acceptació que vius tant en silenci que fa patir, la teva responsabilitat davant del compromís, la predisposició tan extraordinària, la superació que demostres diàriament,...


Em sento molt afortunada d’haver-te conegut, de  trobar-nos en el camí, encara que sigui en aquesta situació, aprenc tantes coses, ets un gran exemple de vida i fas tant bé a mi i als altres que compartim algunes estones amb tu,...

Només avui em puc quedar amb tants petits detalls: dos en especial que em fan emocionar, la trucada per oferir a la Claudia la teva ajuda; i la mirada, el to de veu, les paraules cap al Xavier,... increible!

moltíssimes gràcies,
una abraçada i ens veiem a la tornada,
molta sort 

yolanda