Siento que la palabra miedo me impacta más en
singular, mientras que al padecer miedo en plural, su efecto, parece diluirse. Si
se autogenera, es inagotable, como lo son las causas capaces
de provocarlo. Cuando siento miedo, surge en mí una intensa
agitación, desmesurada a veces, que no corresponde con la realidad, pero que se percibe y cohabita con los que lo sufrimos.
Todos hemos soportado
alguna vez ese tipo de sensación.
Siento que la palabra miedo me impacta más en
singular, mientras que al padecer miedo en plural, su efecto, parece diluirse. Si
se autogenera, es inagotable, como lo son las causas capaces
de provocarlo. Cuando siento miedo, surge en mí una intensa
agitación, desmesurada a veces, que no corresponde con la realidad, pero que se percibe y cohabita con los que lo sufrimos.
Todos hemos soportado alguna vez ese tipo de sensación.
Todos hemos soportado alguna vez ese tipo de sensación.
Fotograma de PSICOSIS |
Suelo ir al cine con frecuencia. En el cine se producen algunas películas que provocan miedo. A mí me gustan las de suspense. “Psicosis” es un ejemplo. No me canso
de verla. Siempre tengo la misma sensación. El protagonista se esconde
tras el refugio de sus propias sombras.
En la estigmatizada mansión, junto al semblante de la madre imperecedera, él sufre y se consuela en silencio. Quién puede soportar el miedo cuando le obligan, o cree que elige vivir al lado de un ser al que no quiere, al que no reconoce. Para poder sufrirlo, solo lo puede hacer desde el miedo o el terror que le infunde el otro, y si es de mayor intensidad, desde el pánico.
En la estigmatizada mansión, junto al semblante de la madre imperecedera, él sufre y se consuela en silencio. Quién puede soportar el miedo cuando le obligan, o cree que elige vivir al lado de un ser al que no quiere, al que no reconoce. Para poder sufrirlo, solo lo puede hacer desde el miedo o el terror que le infunde el otro, y si es de mayor intensidad, desde el pánico.
En este filme, cualquiera de los dos personajes está sometido a una agonía. Para él, la de vivir junto a la muerte. Y para la madre,
permanecer junto al hijo travestido. Ninguno de los dos puede abandonar el personaje sin ser atrapado por el miedo.
Al acabar la película, vuelvo a casa. Siempre me espera mi madre.
Javier
Aragüés (junio de 2013)
Esta entrada corresponde a la consigna literaria seguida por Javier Aragüés
en el mes de Junio, durante el Taller de Literatura y en el blog PESCANT TRESORS
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