miércoles, 26 de septiembre de 2018

MEDITERRÁNEO Y TU (microrrelato)

Para admirarte no hay más impedimento que el aire, la luz y la soledad. Cuando rompen las olas, te busco entre la espuma, pero no apareces. Espero las siguientes y me dicen que te has ido. Les pregunto por ti y me contestan con otra ola más atractiva, pero tú no vuelves. Hasta que una me advierte que tenga calma. 

Mitigo la espera, me recreo en tus tonos: Verdes alga, amarillos emergentes y turquesas impecables. Los marrones arrecife y grises tristeza me invitan a soñar. El sol, dueño del horizonte, te hace brillar y salpica con laminillas refulgentes desde el horizonte hasta mis pies, pero no te veo. 


Juego con los azules dominantes de tus días plenos, sabiendo que siempre no es así, hasta que te cubres de lilas tormentosos, entonces te enojas, enciendes el cielo y te destrozas con furia contra los rompientes que te deshacen en lágrimas y borboteos, mostrando tu sensibilidad.






Te conozco. Tu aparente y repentino mal carácter se atenúa, hasta que un día de los siguientes luces el equilibrio y esperas al sol que emerge lento, en silencio y concentra sus fuerzas en irradiar ímpetu y anaranjados. Fatigado el astro, se sumerge entre tornasoles y ambarinos para despedirse.

Pasan los días y los próximos, no me canso de observar tu carácter y tus cambios de humor, pero no abandono y espero. 

Esta mañana es diferente, miro por el ventanal y te reconozco, por fin has llegado Te acompaña la pasión, el deseo y mis sueños. Estás frente a mí, nunca te has ido. Mediterráneo eres tú.
  

Javier Aragüés (septiembre 2018)


No hay comentarios: