domingo, 29 de diciembre de 2019

LA INGRAVIDEZ DE LAS PALABRAS







Desde sus orígenes, los seres humanos han intentado expresarse para advertir de sus estados emocionales, bien sea como alerta, hallazgo, dolor, alegría, miedo... Han utilizado gestos, ruidos y después sonidos, imitando a los animales que todos sabemos que tienen un lenguaje propio. Se puede hablar de más de 160 sonidos los emitidos, a los que se les ha puesto un nombre identificativo; conviene matizar que, si bien algunos animales emiten más de uno, hay otros, cuyas voces son desconocidas de los que no se ha podido alcanzar su percepción por lo que no están identificados.

No es arriesgado afirmar que la evolución de los seres racionales va de la mano de la forma de moldear y utilizar los tonos de voz. El salto cualitativo se produce cuando dejan de emplear sonidos, que nacen y se consumen en estos seres vivos, para testificar su yo y pasar de la iniciativa, a necesitar respuestas y continuidad en las formas más primitivas de relacionarse. En ese momento se puede hablar de que hombres y mujeres, que al verbalizar, se apropian de una forma que les caracteriza y se autodotan de la capacidad de la de expresarse.

Esta salvedad hace reflexionar en el número ingente de gritos, alaridos o simplemente  sonidos, que han sido necesarios hasta alcanzar la expresión articulada y a partir de ese momento, la expresión oral es capaz de generar sentimientos que se han retroalimentado de lo que
 fueron sus orígenes para devolverlos depurados. Cada día los utilizamos sin reparar, que nuestros sonidos son réplica de alguno que, sin dejar de serlo, pasea sin tocar el suelo, dispuesto a que un hombre o una mujer de talante humanista y positivo lo haga suyo. Cuando caen en manos de gargantas inadecuadas, se producen desafíos, altisonancias y desatinos; en ese momento los hombres y mujeres que los han malempleado los devuelven al origen, para que otros seres cabales los depuren y que en su lugar, puedan ser utilizados por otros seres, los que nos van a suceder, y así poder testificar que el ser humano está vivo y dispuesto a progresar.

La pregunta clave es. ¿Y todo esto por qué?

Utilizamos, sin apenas consciencia, palabras para referirnos a la persona amada, al amigo insustituible, a la persona que odiamos, a la que leemos, a la que nos lee, a la que nos quiere, a la que colma nuestra vida, a la que nunca volverá, a la que nos odia, a la que aborrecemos, a la que nos regaló una instante de felicidad, a la que está dispuesta a esperarnos una vida, al niño que nos mira, al anciano que dice adiós, a la que vuelve en silencio esperando que la reconozcamos, a la que caminando sobre las olas se le olvidó despedirse; y otras tantas palabras —necesarias e innecesarias—  para testimoniar  que el ser humano está presente. 

Las palabras no son propiedad de nadie, están suspendidas esperando que un ser capaz las pueda utilizar. Están al servicio de los hombres y mujeres que, si son cultos, las enlazan y ordenan para que los siguientes descubran, amen y sueñen mejor. Las palabras, nada ni nadie las puede hacer caer porque levitan y siempre nos esperan.






Javier Aragüés

jueves, 19 de diciembre de 2019

UNA VEZ MÁS








Eran esos días en que las palabras eran insuficientes para dibujar el amor que sentía por ella. Iba prensando los deseos y los sueños hasta que un guiño insignificante, un suspiro o su voz, bastaba para desbordar emocionado el hato de pensamientos que había elaborado en silencio. 




Los sueños, porque así los percibía Daniel, irrumpían sin control por su boca hasta encontrarse con Claudia; intentaba ordenarlos para que al recibirlos la estimulara y paliaran la insatisfacción del amor adulterado que les había tocado respirar, hasta conseguir hacerla sentir como la verdadera amada, como así era para él. 




Pero aquel día maldito, una vez más, él creía haber vaciado todo su amor hacia ella y que Claudia, al recibirlo como un mensaje rotundo, sabría administrarlo en las siguientes horas lo que había obtenido. 




Circulaban los deseos sin rumbo y los gestos de Claudia, justificados por sus compromisos,  ignoraban lo que para Daniel era la expresión de su amor definitivo.




Lo había advertido tantas veces que ya repetirlo era una sinrazón. Daniel cerró los ojos, apretó los labios y se preguntaba qué es lo que tendría que hacer para no sentirse afligido. 








Javier Aragüés (diciembre de 2019)

martes, 17 de diciembre de 2019

PREMONICIÓN DEL TÚ







Tras exhibir lo que tienes más dentro. Los huesos y los tejidos son un amasijo que empleas en dar forma a lo que entiendes que es amor. Al acabar cada escultura, te das por  satisfecho. La admiras, buscas tu felicidad, pero no la transportas contigo. 

Una muestra más ante tus ojos inquietos y tu alma errante, de que lo que crees que es sentir y desear, incluso expresar; pero ni a la felicidad, ni a ella, las llevas contigo.

Las circunstancias, los tiempos y la fatalidad  ponen el contador a cero. Solo tu sientes la desesperación. 

Ella te extraña. Te quiere. Tú la necesitas. Quizás a ella le has dado todo, pero tú la has perdido.



Javier Aragüés (diciembre de 2019)

domingo, 15 de diciembre de 2019

¿QUÉ ES? - WHAT IS IT?






¿QUÉ ES?


El tejido que envuelve a algunos seres humanos se hace permeable en los instantes cruciales de la vida, de la historia y se deja dominar por la sensibilidad. Es receptivo a todo lo que significa lejanía, sufrimiento y busca la manera de paliar  lo que comporta dolor a cambio de lo único que posee como esencial, el humanismo.

Esa cualidad, cuando emerge, es capaz de contaminar y arrastra también desde la razón a otros tantos hombres y mujeres que alteran sus conductas habituales y algunos lo denominan amor.



Javier Aragüés (diciembre de 2019)


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WHAT IS IT?


The tissue that surrounds some human beings becomes permeable in the crucial moments of life, of history and can be dominated by sensitivity. It´s  receptive to everything that means remoteness, suffering and searches a way to relieve pain in change of his only essential quality: humanism.

This quality, when it emerges, is able to contaminate and dragg, beginning from de reason of a lot of men and women, altering their habitual
behavior; some are calling it love.


Javier Aragüés (December 2019)


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QUÈ ÉS?


El teixit que embolcalla alguns éssers humans esdevé permeable en els moments clau de la vida, de la història... i es deixa dominar per un intangible: la sensibilitat. Aleshores, és receptiu a tot allò que comporti llunyania, sofriment i...cerca
la manera de pal·liar tot allò que comporta dolor. Surt inexorablement, la seva condició essencial: la humanitat. 

Aquesta qualitat, quan emergeix, és capaç de contaminar i arrossegar, també des de la raó, a altres tants homes i dones que transformen les seves conductes habituals .
S’anomena amor.


Javier Aragüés (desembre de 2019)


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O QUE É?


O tecido que envolve alguns seres humanos se torna permeável nos momentos cruciais da vida, da história e é dominado pela sensibilidade. Ele é receptivo a tudo o que significa afastamento, sofrimento e busca uma maneira de aliviar o que envolve dor em troca da única coisa que ele possui como essencial, o humanismo. Essa qualidade, quando emerge, é capaz de contaminar e arrastar, também da razão, para muitos outros homens e mulheres que alteram seus comportamentos habituais e alguns chamam de amor.



Javier Aragüés (dezembro de 2019)


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QU'EST QUE C'EST?

Le tissu qui entoure certains êtres humains devient perméable dans les moments cruciaux de la vie, de l'histoire et est dominé par la sensibilité. Il est réceptif à tout ce qui signifie l'éloignement, la souffrance et cherche un moyen d'atténuer ce qui implique la douleur en échange de la seule chose qu'il possède comme essentielle, l'humanisme. Cette qualité, lorsqu'elle émerge, est capable de contaminer et d'entraîner, également de raison, de nombreux autres hommes et femmes qui modifient leurs comportements habituels et certains l'appellent amour.

Javier Aragüés (décembre 2019)


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COS'È?

Il tessuto che circonda alcuni esseri umani diventa permeabile nei momenti della vita, della storia e si lascia sottomettere solo dalla sensibilità. E ricettivo a tutto quello che comporta ña lontananza e la sofferenza e cerca di alleviare tutto ciò che porti al dolore in cambio dell´unica cosa essenciale di suo possesio: l´umanismo.

Questa qualità, quando emerge, diventa capace di contaminare e trascinare con se, a cominciare dalla regione di tantissimi altri uomini e di altrettante done, cambiando il loro comportamento abituale; alcuni lo chiamano amore.






Javier Aragüés (dicembre 2019)



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Was ist das?

Das Gewebe, das manche Menschen umgibt, wird in den entscheidenden Momenten des Lebens, der Geschichte durchlässig und von Sensibilität dominiert. Er ist empfänglich für alles, was Abgeschiedenheit, Leiden bedeutet, und sucht nach einer Möglichkeit, Schmerz zu lindern, im Austausch für das Einzige, was er als wesentlich besitzt, den Humanismus. Diese Eigenschaft kann, wenn sie auftritt, viele andere Männer und Frauen kontaminieren und aus der Vernunft ziehen, die ihr gewohnheitsmäßiges Verhalten ändern, und manche nennen sie Liebe.


Javier Aragüés (Dezember 2019)



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ЧТО ЭТО?


Ткань, которая окружает некоторых людей, становится проницаемой в критические моменты жизни, истории и во власти чувствительности. Он восприимчив ко всему, что означает отдаленность, страдание, и ищет способ облегчить то, что связано с болью, в обмен на единственное, чем он обладает как существенный, гуманизм. Это качество, когда оно появляется, способно заражать и притягивать, в том числе и от разума, многих других мужчин и женщин, которые изменяют свое привычное поведение, а некоторые называют это любовью.


Хавьер Арагуэс (декабрь 2019 года)


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CE ESTE?

Țesătura care înconjoară unele ființe umane devine permeabilă în momentele cruciale ale vieții, ale istoriei și este dominată de sensibilitate. El este receptiv la tot ceea ce înseamnă îndepărtare, suferință și caută o modalitate de a atenua ceea ce implică durere, în schimbul singurului lucru pe care îl deține ca esențial, umanismul. Această calitate, atunci când apare, este capabilă să contamineze și să târască, tot din rațiune, către mulți alți bărbați și femei care își modifică comportamentele obișnuite și unii îi spun dragoste.

Javier Aragüés (decembrie 2019)



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¿CO TO JEST?


Tkanina otaczająca niektórych ludzi staje się przepuszczalna w kluczowych momentach życia, historii i jest zdominowana przez wrażliwość. Jest otwarty na wszystko, co oznacza oddalenie, cierpienie i szuka sposobu na złagodzenie bólu, w zamian za jedyną rzecz, którą posiada jako niezbędny humanizm. Ta cecha, gdy się pojawi, jest w stanie zanieczyścić i przeciągnąć, także z rozumu, na wielu innych mężczyzn i kobiety, którzy zmieniają swoje nawykowe zachowania, a niektórzy nazywają to miłością.

Javier Aragüés (grudzień 2019)

martes, 10 de diciembre de 2019

CALEIDOSCOPIO O CALIDOSCOPIO











Érase una vez una clase de niños y niñas de 6º, de un colegio de Lleida.  La profesora preguntó: 

"Sabéis lo que es  un  CALIDOSCOPIO.  Todos se miraron y se oyó el silencio. 

Entonces, Marta, la profesora les dijo.



— Os voy a explicar el significado de  
CALIDOSCOPIO. 
Desde luego parece una palabreja que muchos de vosotros seguro que no conocéis. Para ello voy a recurrir al diccionario, que es lo que hay que hacer cuando no conocemos una palabra (acordaros que os lo conté en el cuento de EL MISTERIO DE LA DISQUETERA LOCA,  entonces buscábamos la palabra bibliotecaria).

Busca que te busca, encuentra la palabra calidoscopio o caleidoscopio y lee en alto:

 1.- Tubo ennegrecido interiormente, que encierra dos o tres espejos inclinados y en un extremo dos láminas de vidrio, entre las cuales hay varios objetos de forma de forma irregular cuyas imágenes se ven multiplicadas simétricamente al ir volteando el tubo a la vez que se mirá  por el extremo
    opuesto.

   2.- Conjunto diverso y cambiante. 

En el diccionario hemos encontrado dos definiciones, veamos que nos explican:

1. - Cómo está hecho. Lo que observamos al tocarlo por fuera, al mirar por el agujerito las imágenes que vemos y cómo debemos manejarlo, además de que es lo que lleva en su interior.

Cada uno de vosotros tenéis uno y podéis comprobarlo. Las imágenes son curiosas, diferentes y quizás os sugieran algo.

Fijaros que no he hablado del segundo significado, porque el solo hecho de observar el CALIDOSCOPIO con atención, manejarlo y, sobre todo al mirarlo, me ha dado una pista; por el agujerito ¿qué veo? 

Para mí la segunda definición es tan importante, o más que la primera. Basta observar. Vemos imágenes de colores y formas diferentes,  que cambian al ir girando el calidoscopio. Si lo quiero decir correctamente y de forma abreviada  también podré explicarlo como: 


Conjunto diverso y cambiante.


Pero sigamos pensando. Cada uno de vosotros, al girarlo, ve imágenes diferentes, llamativas y que jamás habíais visto. Todos estáis contentos porque es una cosa nueva y os gusta. Pero el CALIDOSCOPIO es algo más que no se ve a la primera.

¿Qué os recuerda el caleidoscopio? ¡A aver! ¡A ver! 

¿Qué podríamos decir que os recuerda a un calidoscopio?

¿Al cine?  ¿A una catarata? ¿A un cuento? ¿A muchos cristalitos de colores?... 


Estaríamos todo el día diciendo cosas y no acabaríamos de nombrar escenas, deseos, a qué se parece o lo qué nos recuerda. Además al girarlo cambia. ¿Sabéis por qué? Porque en la calidoscopio se esconden todo los sueños. Al mirar por el agujerito podemos soñar y cada uno tendrá un sueño diferente, eso es lo divertido. Es un juguete que parece igual pero para cada uno de vosotros es diferente.

—Y para ti Pau, ¿qué significa el calidoscopio?

Pau lo coge con su mano, lo apoya en su cara con cuidado y exclama:


— ¡Anda! ¡Mira! ¡Mira! ¡Con el calidoscopio puedo ver dibujos maravillosos y de todos los colores! 

Cuando me vaya a la cama, lo miraré antes de dormirme y podré tener sueños preciosos que yo mismo elegiré y jamás tendré miedo. Soñaré con el colegio, con los compañeros y con todas las personas que me ayudan y me hacen feliz. Porque he aprendido a ser un niño que tiene sueños y que nadie me los podrá quitar.



Javier Aragüés (diciembre de 2019)

lunes, 9 de diciembre de 2019

AUSENCIA







Unas hojas húmedas en el parque te indican que paseas como cada atardecer hundiendo tus pisadas hasta que te asalta la duda de si el suelo está dispuesto a soportar tanto dolor. Son solo ruidos y tu amor prevalece. Tú, que muchas veces te sientes solo y no sabes que ella te mira. Caminas a tientas entre la espesa niebla. Crees que no está, tú la esperas. Siempre viene a la cita puntual. Dudas. Buscas entre la hojarasca, se oculta de tu mirada y tú, con tu disfraz de inadvertido, paseas por el espeso bosque de los reproches. Tú no desfalleces y la esperanza de volverla a ver tampoco. Crees que será un día más. Doblas el camino que se agota en el barranco. Te asomas con miedo, tomas aire hasta donde te permiten los pulmones. Mareado, parece que estás frente a ella. Te sientes con fuerzas, la llamas. Nada. Haces gestos de amor. Es inútil. Agitas los brazos. Intentas tocarla. Por fin ves su cara. Parece que no ha pasado el tiempo. Te acercas. Aproximas los labios y sientes el frío del desamor. Preguntas: "¿Eres tú?" La voz te responde: " No, soy la ausencia”



Javier Aragüés (diciembre de 2019

jueves, 28 de noviembre de 2019

DESDE EL PRETIL DEL PUENTE

Apeadero anónimo





Desde hacía años, era un verano más. Andrés se bajó con desgana en el apeadero de la desvencijada e insignificante estación, en la que nunca había nadie. Nadie le esperaba, tan solo el recuerdo de aquel día terrible y el temor a que él pudiera ser la siguiente víctima.



 El caserón familiar





Buscaba la soledad del lugar y acostumbraba a pasear al atardecer junto al río, sin perder de vista el puente de piedra y dejando el caserón familiar a su espalda. Repetía ese paseo cada vez que se iniciaba el verano y volvía a casa de su madre. Al llegar al puente se detenía en el pretil y seguía con la mirada el discurrir pausado del agua remansada en ese tramo. El salto de alguna boga rompía el silencio del lugar; él lo percibía como un chasquido amplificado, como si procediera del entrechocar del dedo pulgar y corazón del siniestro psiquiatra que visitaba a su madre esporádicamente.




Seguía mirando el agua. El chasquido era la señal que le sumergía en ese tiempo de felicidad y a la vez de tortuosos recuerdos, que había vivido junto a una madre viuda, sola, pero que podía con toda aquella enorme mansión. Revivía desde el pretil del puente los primeros paseos con Marina, la hija de don Eulogio, el hombre más rico del pueblo y como paseaban a hurtadillas por miedo a que el padre de Marina les viera o lo que era peor, que algunas de las voces agradecidas o temerosas de los habitantes del lugar, se pronunciaran. Pero ellos, ajenos a las habladurías, continuaban con los paseos agarrados de la mano. Añoraba los primeros besos, y no podía olvidar como, al final de aquel verano, llegó la declaración de amor y que después, con el comienzo del curso, sobrevino la separación. Marina se fue a un colegio de monjas de la ciudad y él al instituto del pueblo más próximo. Se veían contados fines de semana, pero vivían un amor sin final. Era el amor de dos adolescentes que se querían ajenos a los demás, sin pedir nada y sin dar explicaciones. Era un amor de ilusión que se reforzaba cada fin de semana y, aun sin verse, crecía cada verano. 


Pasaron tantos años que los adolescentes, se hicieron jóvenes. Su aspecto se conformaba como el de dos personas garridas y llamaba la atención entre los paisanos de la pequeña población, pero su amor no se alteraba. 

El pueblo seguía tranquilo, respiraba al compás de las aguas del río y todas las tardes, cuando llegaba el verano, los dos se asomaban desde el pretil del puente. 

Pero aquel verano terrible, cuando era casi de noche, de vuelta de uno de los paseos, ahí estaba escondida en el pretil; una sombra irrumpió en el camino indeciso sobre el puente. Marina huyó aterrada y Andrés quedó inconsciente sobre el puente tras recibir un fuerte golpe.  A la mañana siguiente, la joven apareció estrangulada a unos metros. Andrés abandonó el pueblo sin consuelo.

 Andrés nunca dejó de visitar el pueblo, ni preguntarse quién pudo ser aquella sombra. Repetía el paseo al atardecer y al llegar al pretil del puente se detenía, pero no veía a nadie. Solo escuchaba la voz de su madre que gritaba — ¡Andrés, vuelve a casa! —  que le penetraba con tal intensidad, como si alguien o algo le aporreara la cabeza.  



Javier Aragüés (diciembre de 2019)

martes, 19 de noviembre de 2019

POEMAS DE LORCA Y OTROS











Federico García Lorca


GUARDIA CIVIL ESPAÑOLA


 Los caballos negros son.
Las herraduras son negras.
Sobre las capas relucen
manchas de tinta y de cera.
Tienen, por eso no lloran,
de plomo las calaveras.
Con el alma de charol
vienen por la carretera.
Jorobados y nocturnos,
por donde animan ordenan

silencios de goma oscura
y miedos de fina arena.
Pasan, si quieren pasar,
y ocultan en la cabeza
una vaga astronomía
de pistolas inconcretas.

 ¡Oh, ciudad de los gitanos!
en las esquinas banderas.
La luna y la calabaza
con las guindas en conserva.
¡Oh, ciudad de los gitanos!
¿Quién te vio y no te recuerda?
Ciudad de dolor y almizcle,
con las torres de canela.

Cuando llegaba la noche
noche que noche nochera,
los gitanos en sus fraguas
forjaban soles y flechas.
Un caballo malherido
llamaba a todas las puertas.
Gallos de vidrio cantaban
por Jerez de la Frontera.
El viento vuelve desnudo
la esquina de la sorpresa,
en la noche platinoche
noche, que noche nochera.

 La Virgen y San José
perdieron sus castañuelas,

y buscan a los gitanos
para ver si las encuentran.
La Virgen viene vestida
con un traje de alcaldesa
de papel de chocolate
con los collares de almendras.
San José mueve los brazos
bajo una capa de seda.
Detrás va Pedro Domecq
con tres sultanes de Persia.
La media luna soñaba
un éxtasis de cigüeña.
Estandartes y faroles
invaden las azoteas.
Por los espejos sollozan
bailarinas sin caderas.

Agua, y sombra, sombra y agua
por Jerez de la Frontera.

 ¡Oh, ciudad de los gitanos
En las esquinas, banderas.
Apaga tus verdes luces
que viene la benemérita.
¡Oh, ciudad de los gitanos!
¿Quién te vio y no te recuerda?
Dejadla lejos del mar
sin peines para sus crenchas.

 Avanzan de dos en fondo
a la ciudad de la fiesta.

Un rumor de siemprevivas
invade las cartucheras.
Avanzan de dos en fondo.
Doble nocturno de tela.
El cielo, se les antoja,
una vitrina de espuelas.

 La ciudad, libre de miedo,
multiplicaba sus puertas.
Cuarenta guardias civiles
entran a saco por ellas.
Los relojes se pararon,
y el coñac de las botellas
se disfrazó de noviembre
para no infundir sospechas.

Un vuelo de gritos
se levantó en las veletas.
Los sables cortan las brisas
que los cascos atropellan.
Por las calles de penumbra
huyen las gitanas viejas
con los caballos dormidos
y las orzas de maneda.
Por las calles empinadas
suben las capas siniestras,
dejando detrás fugaces
remolinos de tijeras.

 En el portal de Belén
los gitanos se congregan.

San José, lleno de heridas,
amortaja a una doncella.
Tercos fusiles agudos
por toda la noche suenan.
La Virgen cura a los niños
con salivilla de estrella.
Pero la Guardia civil
avanza sembrando hogueras,
donde joven y desnuda
la imaginación se quema.
Rosa la de los Camborios
gime sentada en su puerta
con sus dos pechos cortados
puestos en una bandeja.
Y otras muchachas corrían
perseguidas por sus trenzas
en un aire donde estallan
rosas de pólvora negra.

Cuando todos los tejados
eran surcos en la tierra,
el alba meció sus hombros
en largo perfil de piedra.

 ¡Oh, ciudad de los gitanos!
La Guardia civil se aleja
por un túnel de silencio
mientras las llamas te cercan.

 ¡Oh, ciudad de los gitanos!
¿Quién te vió y no te recuerda?


Que te busquen en mi frente.
Juego de luna y arena.


*****




LA CASADA INFIEL


Y que yo me la llevé al río

creyendo que era mozuela,
pero tenía marido.
Fué la noche de Santiago  (25 de julio)
y casi por compromiso.
Se apagaron los faroles
y se encendieron los grillos.
En las últimas esquinas
toqué sus pechos dormidos,
y se me abrieron de pronto

como ramos de jacintos.
El almidón de su enagua
me sonaba en el oído
como una pieza de seda
rasgada por diez cuchillos.
Sin luz de plata en sus copas
los árboles han crecido
y un horizonte de perros
ladra muy lejos el río.

Pasadas las zarzamoras,
los juncos y los espinos,
bajo su mata de pelo
hice un hoyo sobre el limo.
Yo me quité la corbata.

Ella se quitó el vestido.
Yo el cinturón con revólver.
Ella sus cuatro corpiños.
Ni dardos ni caracolas
tienen el cutis tan fino,
ni los cristales con luna
relumbran con ese brillo.
Sus muslos se me escapaban
como peces sorprendidos,
la mitad llenos de lumbre,
la mitad llenos de frío.
Aquella noche corrí
el mejor de los caminos,
montado en potra de nácar
sin bridas y sin estribos.
No quiero decir, por hombre,
las cosas que ella me dijo.

La luz del entendimiento
me hace ser muy comedido.

Sucia de besos y arena
yo me la llevé al río.
Con el aire se batían
las espadas de los lirios.

Me porté como quien soy.
Como un gitano legítimo.
La regalé un costurero
grande, de raso pajizo,
y no quise enamorarme
porque teniendo marido
me dijo que era mozuela
cuando la llevaba al río.





*****









MIGUEL HERNÁNDEZ:


Como el toro he nacido para el luto
y el dolor, como el toro estoy marcado
por un hierro infernal en el costado
y por varón en la ingle con un fruto.
Como el toro lo encuentra diminuto
todo mi corazón desmesurado,
y del rostro del beso enamorado,
como el toro a tu amor se lo disputo.
Como el toro me crezco en el castigo,
la lengua en corazón tengo bañada
y llevo al cuello un vendaval sonoro.
Como el toro te sigo y te persigo,
y dejas mi deseo en una espada,
como el toro burlado, como el toro.
RAFAEL ALBERTI:
De sombra, sol y muerte, volandera
grana zumbando, el ruedo gira herido
por un clarín de sangre azul torera.
Abanicos de aplausos, en bandadas,
descienden, giradores, del tendido,
la ronda a coronar de los espadas.
Se hace añicos el aire, y violento,
un mar por media luna gris mandado
prende fuego a un farol que apaga el viento.
¡Buen caballito de los toros, vuela,
sin más jinete de oro y plata, al prado
de tu gloria de azúcar y canela!


*****











GERARDO DIEGO:


Entre un temporal deshecho
la gruesa nave embestía.
Al pasar por el estrecho
la plaza se estremecía.
Tú erguido, firme, derecho,
faro en tu roca vigía,
larga el brazo, álzate al techo,
rompa la espuma bravía.
Y allá va el pase de pecho.




*****