lunes, 2 de noviembre de 2015

LA ARQUILLA MODIFICADA

La revolución consiste en amar a un hombre que no existe todavía. 
Pero el que ama a un ser vivo, si ama de veras, no puede aceptar el morir más que por aquel.

Azorín


Guardo las conchas, brazos de estrellas, los cierres de las latas de cerveza y otros cachivaches. Todos caben en un bote de cristal. Intento guardar los recuerdos pero se escapan. Tampoco caben las miradas. Las pequeñas caracolas conservan el ronroneo de las olas y el olor a mar.

El gobierno no facilita las necesidades básicas de la población. No deja dibujar, ni practicar sexo. A mí tampoco. Nadie cree las imposturas. Una ordenanza me lleva a patrullar por la noche, pese a mis convicciones. Camino con el pelotón por medio de una calle. Escapo del fuego cruzado de insultos de los manifestantes.  No cesa. La sublevación se anuncia desde hace años. Me identifico con la resistencia. Deserto y disparo contra los defensores del desamor y la ignorancia. Continúa el combate, yo peleo hasta que la rutina supera mi voluntad. En una tregua consigo  cicatrizar las heridas que producen  los discursos. Busco entre los cachivaches arrinconados en el bote. Los aplico a las lesiones. No bastan. Me pongo a soñar. Recuerdo una estrofa de un verso mal aprendido.










… adivinar un poema
que nunca escribió nadie
a la noche.  La  que hizo dios
para que el hombre la gane
y camine por un sueño
como si fuera una calle.




Tengo muchas cosas para saturar mi bote de cristal. No caben. También, miedo a que se rompa y se agote el tiempo para ordenarlas. Unas, las que almaceno con la edad. Otras, más recientes, de las que no me puedo desprender. La foto que me da Zoe al despedirnos cuando voy al frente. 








Mejor construir una arquilla a medida del significado de cada elemento y  repensar  mi vida desde el inicio.  El trompo al que enrollaba la cuerda sin conseguir la confesión de amor. La llave oxidada y sin dientes que no abría corazones. El mensaje de la lisiada sobre un trozo de papel que nadie estaba dispuesto a recibir. Una cerilla apagada, testigo de conversaciones entre humo. La anilla de plástico de cualquier “pack” de bebidas, compromiso de una pareja de muy  jóvenes bien intencionados. Un lapicero gastado que no puede escribir más versos. Una goma de borrar desperdiciada en cuadernos de caligrafía de escolares obtusos. Un sobre, con matasellos  de la República,  devuelto  por  “DESCONOCIDO EN ESTA DIRECCIÓN”. 

Una mariposa con alas polvorientas lista para volar y, varios clips que no sujetan deseos. Y el más importante para mí,  el gesto de complicidad cuando invito a Zoe a pasear por la noche, para ganarla y caminar por nuestros sueños... Por nuestra calle, que nunca olvido.



Javier Aragüés (Noviembre 2015)

2 comentarios:

resplandis dijo...

Buenos dias Javier, veo que sigues por el buen camino y sigues utilizando clips que sujetan recuerdos de vivencias pasadas o quizas los sujetas con el ánimo del corazón.
Me gusta.
Un abrazo.
Josep M.

javieraragues dijo...

Bueno tío desde que ya "esto está al caer", no te dejas ni ver ni oir. ¿Qué pasa? ¿Has visto los comentarios sobre tus pinturas?. Gracias por leerme. Una abraçada Javier