- Suspendido en lo más alto de un sueño. Los destellos de los días pasados no le dejaban observar la dimensión del verdadero amor. Ya en la cúspide, surgió un silencio locuaz y prolongado, excesivo para él; le invadió hasta hacerle revirar la piel. Malherido, disparó las palabras sin reparar en el desenlace. Eran tan gruesas que rasgaron el sueño y ella se escapaba. ¿Qué había hecho mal? En silencio imploró. Ella, sin saberlo, evitó la tragedia
https://elpais.com/diario/2000/07/29/opinion/964821609_850215.html
Javier Aragüés (julio 2019)
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