La “corruplitis” es una enfermedad muy antigua y difícil de combatir. Para conocerla con cierto detalle se debe analizar y examinar su evolución. El ensayo corresponde a los últimos setenta años.
Se incuba a la sombra del poder y el dinero. El virus que la propaga lo hace a la vista de todos y en las primeras fases del desarrollo el microorganismo parece inofensivo hasta alcanzar la madurez a los pocos días del apareamiento. Es hermafrodita – sin sexo diferenciado-realiza la cópula sobre billetes y sobres, que pasan de mano en mano y contaminan al siguiente. Se instala en el sistema, marca las normas y a partir de ese momento se vuelve insaciable y voraz.
Una de las cepas del virus se desarrolla en despachos ministeriales, en sedes de partidos políticos y en el propio parlamento. Casi todos los diputados están contaminados, incluso los presidentes del gobierno son sospechosos de contraerla o favorecerla. Se reproduce con facilidad en los consejos de administración de las empresas, y en los de bancos y cajas. Afecta de forma menos virulenta, a funcionarios, miembros de la judicatura y periodistas; el clero es beligerante y beneficiario. Ataca con total impunidad a instituciones e individuos.
El virus se extiende con facilidad y llega a convertirse en pandemia.
Entonces se dice. "Se trata de una sociedad descompuesta y agusanada”. La enfermedad acaba con la salud del país, apesar de que los individuos se sacrifican, aceptan las renuncias que demandan instituciones y dirigentes pero la colectividad empeora.
El virus se extiende con facilidad y llega a convertirse en pandemia.
Entonces se dice. "Se trata de una sociedad descompuesta y agusanada”. La enfermedad acaba con la salud del país, apesar de que los individuos se sacrifican, aceptan las renuncias que demandan instituciones y dirigentes pero la colectividad empeora.
La mejor forma de combatirla es conocer algunos de los efectos. Desfigura a los servidores públicos; unos con estrabismo funcionarial (el funcionario mira para otro lado) y otros, no quitan la vista de sus intereses más inmediatos y mediáticos.
Existen contrapartidas. Las industrias del sector papelero han aumentado la demanda, el incremento se concentra en tres tipos de papel, el papel moneda (no deja huellas, ocupa poco y es fácil ocultarlo), el de material de papelería, principalmente los sobres con visera engominada y el papel higiénico en su formato rollo, se utiliza para recoger las propuestas de los ciudadanos ante unas inminentes elecciones. Después de evacuar y utilizarlo los candidatos y partidos políticos lo reciclan hasta las próximas consultas,
A la vez, hay funciones primordiales para los individuos que quedan severamente afectadas. La justicia se relantiza, contamina y acaba dominada por los núcleos más severos de la enfermedad. Muta, hasta convertirse en un animal exótico, “la judicatura tortuga”.
A la vez, hay funciones primordiales para los individuos que quedan severamente afectadas. La justicia se relantiza, contamina y acaba dominada por los núcleos más severos de la enfermedad. Muta, hasta convertirse en un animal exótico, “la judicatura tortuga”.
Produce emanaciones de gases en terrenos baldíos que provocan burbujas y sirven de refugio a los verdaderos portadores de la enfermedad. Los individuos con gérmenes recalifican los terrenos a gusto de los codiciosos y comienza el proceso. “Dónde antes había cultivos y aire, ahora solo cemento y desolación. Estamos ante una epidemia de tal magnitud que corremos el riesgo de no controlarla".
Convierte a los responsables de la educación en autoridades sanitarias. La ética y la moral son la medicina preventiva, los ciudadanos tienen que denunciar sin miedo los casos que se presenten. Hay que combatir la enfermedad hasta aislar el virus y extirparlo.
Todos, todos, debemos pensar si queremos vivir en un organismo sano o en uno contaminado.
Javier Aragüés