lunes, 9 de diciembre de 2019

AUSENCIA







Unas hojas húmedas en el parque te indican que paseas como cada atardecer hundiendo tus pisadas hasta que te asalta la duda de si el suelo está dispuesto a soportar tanto dolor. Son solo ruidos y tu amor prevalece. Tú, que muchas veces te sientes solo y no sabes que ella te mira. Caminas a tientas entre la espesa niebla. Crees que no está, tú la esperas. Siempre viene a la cita puntual. Dudas. Buscas entre la hojarasca, se oculta de tu mirada y tú, con tu disfraz de inadvertido, paseas por el espeso bosque de los reproches. Tú no desfalleces y la esperanza de volverla a ver tampoco. Crees que será un día más. Doblas el camino que se agota en el barranco. Te asomas con miedo, tomas aire hasta donde te permiten los pulmones. Mareado, parece que estás frente a ella. Te sientes con fuerzas, la llamas. Nada. Haces gestos de amor. Es inútil. Agitas los brazos. Intentas tocarla. Por fin ves su cara. Parece que no ha pasado el tiempo. Te acercas. Aproximas los labios y sientes el frío del desamor. Preguntas: "¿Eres tú?" La voz te responde: " No, soy la ausencia”



Javier Aragüés (diciembre de 2019

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